sábado, 24 de agosto de 2013

Hasta siempre.

El problema es que me dijo 'adiós' cuando yo no había aprendido a despedirme o no quería. Que te digan que le olvides es demasiado fácil, y ponerlo en práctica no tanto. Que duele, como astillas en la piel, el verle y saber que ya no está, que quizás nunca estuvo pero eso te ayudaba a sobrevivir o al menos intentarlo, qué se yo; si quizás nunca aprendí lo suficiente como para no sufrir, pero pienso que nadie aprende nunca a enamorarse sin hacerse daño.

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