viernes, 31 de enero de 2014

Que no eres el mar, ni yo la roca, pero me rompes.
Que no eres fuego, pero me quemas.
Que no eres aire, pero me rozas.
Que eres tú.
Y quedarme a vivir en tus lunares, y así viajar cada noche por tu cuerpo. Recorrerlo con mis dedos y saltar sin paracaídas desde el abismo de tus ojos hacia tu boca.

Que eres amor, y te quiero.
PD: Dejaré de quererte mañana.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Ojalá que me beses y no busques excusas. Ojalá que algún día te veas con los mismos ojos con los que te veo yo, te juro que te enamorarías de ti; y hasta que no puedas no voy a parar de mirarte, porque sería el caos si cualquier día dejo de hacerlo, si algún día dejas de mirarme así, si algún día dejas de besarme.. y es que cuando tus manos recorren mi cuello siento que podemos ser solo uno, que puedes estar dentro de mí.
Que hagan ruido los coches, que griten los vecinos, que el mundo se esté acabando que a mí me da igual mientres nos dejen leernos en braille y besarnos con las luces apagadas.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Supimos aprovechar el tiempo entre tus manos.

Quizá no supimos querernos bien. Quizá no supiste aprovechar todo el tiempo que tenías. Y ahora vienes a intentarlo, cuando yo ya no quiero, o más bien no puedo. Y es que no veas lo difícil que se me hace desdoblar nuestra página. Ya que cuando me acaricias y me abrazas todo parece tan fácil, como si el mundo pudiera venirse abajo que a nosotros nos daría igual. Quizá no debí caer de nuevo entre tus manos, pero me acuerdo del otro día, cuando nos pasamos horas en silencio abrazados, y sonaba de fondo la canción que nos definía; fue como el primer beso, como la primera vez, como la primera página de un libro, como un atardecer en otoño; ah sí, otoño, me estás haciendo más bonito el fin de esta estación. Pero.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Hablemos del amor, eso que inventamos para sentirnos menos solos.
Hablemos de tus imperfecciones, las que un día me hicieron fijarme en ti.
Hablemos de tus lunares, aquellos en los que cada noche viajo y tú me acompañas.
Hablemos de lo bonita que es la vida cuando me miras y sonríes; pero lo jodida que es cuando te vas. Hablemos de nosotros, que ya no concibo la vida si no es contigo.
Hablemos de que quiero que me desnudes solo por el placer de que tus manos me vistan.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Mis manos echan de menos tu espalda, la que mis dedos acariciaban cada medianoche.
Mi boca, echa de menos la tuya, y mis labios ya no sonrién si no eres tú la causa.
No entiendo cómo terminamos evitando miradas, tampoco sé cómo lo hiciste, pero mis ojos al llorar todavía preguntan por ti; que alguien me lo explique que aún no he encontrado una respuesta, aunque qué me vais a decir a mí que no sepa yo ya, que te fuiste y no volverás, pero dejo siempre la puerta entreabierta por si quieres entrar.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Vuelve a por mí.

No sé si te sigo queriendo como al principio, pero sigo pensando cada día y cada noche en lo que ocurrió. Eso que no sé si pudo llamarse amor o error. Es verte y joderme la vida, un poquito más, pero qué manera de hacerlo tan bonita. Y qué bonito parece todo cuando empieza y qué horrible cuando acaba, y se queda ahí, sin saber del todo si te has ido o no. Te juro que quiero no acordarme más de ti, nunca más, pero se me olvida intentarlo. Eres una herida abierta, (y no veas como sangra), que no quiero curar. Puede que sea un poco masoca; y es que en esto del amor, a veces, lo somos. Quizá es porque nos gusta rememorar las cosas que tuvimos con alguien, los momentos buenos y malos, porque de esa manera nos hace acordarnos de lo que somos hoy.

sábado, 14 de septiembre de 2013

.

Oigo que comentan que los mejores comienzos vienen de los peores finales, y yo, peores finales no habré tenido muchos pero me vale con uno, así que a ver si este invierno se queda conmigo alguien, para abrazarme y prestarme su chaqueta, para ver películas juntos, para preparar chocolate caliente, para reírnos, para comprar regalos, para pasar calor y frío, para besarnos, para acariciarnos, para sentir la respiración entrecortada de su cuerpo mientras suena de fondo nuestra canción favorita, para todo eso que, bueno, ya sabéis, suelen hacer las parejas en invierno.