Que no eres el mar, ni yo la roca, pero me rompes.
Que no eres fuego, pero me quemas.
Que no eres aire, pero me rozas.
Que eres tú.
Y quedarme a vivir en tus lunares, y así viajar cada noche por tu cuerpo. Recorrerlo con mis dedos y saltar sin paracaídas desde el abismo de tus ojos hacia tu boca.
Que eres amor, y te quiero.
PD: Dejaré de quererte mañana.
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